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jueves, 21 de abril de 2011

Presentación del concierto de Domingo de Ramos (17-4-2011, Crevillent)

Ilustrísimo señor Alcalde y miembros de la corporación municipal, señor Presidente de la Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa y miembros del Consejo Rector, miembros de diversas Cofradías y Hermandades, representantes de entidades locales, amigos y vecinos, buenas tardes. Sean todos bienvenidos a este Extraordinario Concierto de Semana Santa, que va a ofrecer la Unión Musical de Crevillent.

La relación entre la Semana Santa crevillentina y la Unión Musical de Crevillent ha sido, es y será muy prolífica.

Lo ha sido porque, remontándonos a la primera mitad del pasado siglo, en las actas municipales ya aparecen referencias a las actuaciones y procesiones en que, según convenio, la Unión Musical debía participar durante la Semana Santa.

Lo es porque, en la historia reciente, y a parte de participar en todas las procesiones año tras año, excepto en la de Martes Santo, así como en el Septenario en honor a la Virgen de los Dolores, la Unión Musical ha colaborado con la Semana Santa crevillentina ofreciendo uno de los tradicionales conciertos de Domingo de Ramos, un concierto de marchas de procesión, el estreno del Himnario del maestro Mas López, la colaboración en la grabación del CD Crevillent canta la Pasión, así como la grabación y posterior concierto-presentación del CD Crevillent, acordes de Pasión, con marchas de procesión compuestas por músicos crevillentinos. Y todo ello sin olvidar otra importante colaboración en el pasado, como fue el estreno, en 1993, del Stabat Mater, de Ramón Mas López.

Lo será porque, sin ir más lejos, en octubre de este mismo año 2011, Dios mediante, la Unión Musical ofrecerá un concierto en el marco del Encuentro Nacional de Cofradías.

Además, la Semana Santa ha tenido siempre un significado muy especial para los músicos más jóvenes de la Unión Musical. Hasta hace unos años, el día en que los nuevos músicos entraban oficialmente a la Banda era el Domingo de Ramos, siendo en la procesión de ese mismo día donde actuaban por primera vez con la Banda. De esta tradición da fe un artículo publicado en el Diario Información el 23 de marzo de 1968 y que dice así:

“UN EJEMPLO LLEGA DESDE CREVILLENTE
Hace unos días estuvimos en Crevillente, sorprendiendo una noticia, que por lo ejemplar, deseamos trasladar al lector.
Hay quien asegura no mostrarse la época actual como propicia al cultivo del arte, bien sea lírico o musical.
Hay algo de verdad en ello, pues verdaderamente son los tiempos positivistas en grado eminente.
Ahora bien, de ahí a que no hay manera de contribuir al florecimiento del espíritu, merced a savia nueva en agrupaciones corales o musicales, media un abismo.
Y, ahí va el ejemplo, la prueba de cómo el entusiasmo y la vocación por el divino arte pueden hacer milagros en el orden expuesto.
En Crevillente, la ciudad hermana, diez nuevos educandos ingresarán la próxima Semana Santa, en la banda Unión Musical, de aquella población, dirigida por el maestro Ramón Mas.
Todo un record, en lo que se refiere a esta clase de incorporaciones en elencos musicales, singularmente en dicha Unión Musical.
Un doble record, podríamos decir, pues al mismo tiempo que se bate en orden cuantitativo, se hace a la vez en el de promedio de edad, debido a que de los diez educandos, a ingresar primeramente en la banda crevillentina, la edad de los mismos oscila entre los nueve y trece años, siendo la mayoría de ellos los de menor edad.
De siempre o casi siempre fue la Semana Santa, en Crevillente, la fecha asignada para la incorporación a la banda de sus alumnos, quizá por aquello de
Y, porque en la Semana Mayor vibra de íntimo sentimiento el pueblo crevillentino al conmemorar la fecha pasionaria del Redentor.
Lo cierto es que, en el presente año lo va a ser también, al llevar de la mano una vez más la Unión Musical a estos nuevos artistas, niños aún, por ese bien trazado camino del maravilloso lenguaje universal, que es la música, para gloria de aquella población”.

Y hoy en día, los educandos más aventajados que están cerca de entrar a la Banda participan en algunas de las procesiones de nuestra Semana Santa, reforzando a la ya de por si extensa plantilla de la Unión Musical.

Capítulo aparte merece el llamado “Día de la Banda”. Los testimonios consultados difieren en cuanto al periodo de tiempo durante el que se celebró este día. En todo caso, esta práctica se desarrolló durante la segunda mitad del siglo XX, dejando de celebrarse en los años 70. El “Día de la Banda” coincidía, precisamente, con el día que hoy celebramos: Domingo de Ramos. Durante todo el día se instalaban mesas petitorias en esta plaza y, por sus alrededores, esposas de músicos y simpatizantes de la Banda ofrecían a los transeúntes banderitas de la Banda a cambio de un donativo con el que contribuir al sostenimiento de la Unión Musical. El colofón a ese “Día de la Banda” consistía en un concierto que ofrecía la Unión Musical bien en el Teatro Chapí o bien en el Teatro Iris, llegando a interpretarse también algunas zarzuelas. Cabe destacar que en uno de esos conciertos tuvo lugar un acontecimiento histórico. Pilar Aznar, hija del mestre Manuel Aznar, se convirtió en la primera mujer que dirigió a la Unión Musical. Bajo su dirección se ejecutó, entre otras obras, la obertura Poeta y aldeano.

A modo de anécdota, un Domingo de Ramos, el de 1974, fue el día elegido por la Unión Musical para estrenar sus nuevos instrumentos, con los que se pasaba de la afinación brillante a la afinación normal. La adquisición de los nuevos instrumentos fue posible gracias a una colecta realizada entre los crevillentinos.

Dentro de esta relación entre la Semana Santa crevillentina y la Unión Musical, es ineludible nombrar a dos ilustres crevillentinos, que además fueron entre ellos grandes amigos.

El primero de ellos es el maestro Ramón Mas López, persona ligada toda su vida a la Unión Musical. De su implicación en la Semana Santa crevillentina es prueba el título de Cofrade de Honor entregado por la Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Crevillent, en agradecimiento a su labor e implicación en nuestra Semana Santa, a la que ha dado numerosas composiciones a lo largo de su carrera.

El otro crevillentino es Gaspar Hurtado Socorro, Gasparet para sus muchos amigos. Entre la gran cantidad de instituciones locales que tuvieron la suerte de contar con la implicación y el trabajo de Gasparet están la Federación, de la que fue Tesorero durante muchos años, y la Unión Musical, de la que fue un gran Presidente.

Entrando ya en el concierto que hoy va a ofrecer la Unión Musical, el mismo llega en un momento en que la Semana Santa crevillentina -que durante su historia ha afrontado retos continuamente- está metida de lleno en un nuevo reto, como es la Declaración de Interés Turístico Internacional. Se busca con ello un reconocimiento internacional a nuestras costumbres y tradiciones locales más arraigadas.

Conscientes de ello, desde la Unión Musical hemos preparado un concierto que esté a la altura de las circunstancias. Podríamos, como ya hemos hecho recientemente, ofrecer un concierto de marchas de procesión, por ser algo muy socorrido en estas fechas. Pero, por lo especial de esta ocasión, vamos a ofrecerles un concierto acorde al reto que afronta la Semana Santa crevillentina, con una obra de gran envergadura y dificultad técnica, de un compositor valenciano internacionalmente reconocido, que nos trasladará, con un poco de imaginación, a paisajes y costumbres de Crevillent, recordándonos también a algunos pasos de nuestra Semana Santa.

La obra es La passió de Crist, segunda sinfonía de Ferrer Ferrán.

Ferrer Ferrán utiliza en esta obra, como fuente de inspiración creativa, un elemento que ya ha sido muy utilizado en la Historia de la Música: la muerte de Jesús. Este episodio ha dado lugar a numerosísimas composiciones a lo largo de la historia, desde óperas como Oh My Son, del crevillentino Marcos Galvany, hasta las tradicionales marchas de procesión, pasando por el repertorio puramente bandístico, en el que se encuadra la obra que hoy interpretará la Unión Musical.

La passió de Crist fue compuesta por encargo de la Federación Valenciana de Sociedades Musicales en el año 2000, para la gira de la Banda Federal. Durante sus tres movimientos relata los episodios más importantes de la vida de Jesús, desde su nacimiento hasta su muerte, dándole una especial importancia a los últimos momentos de su vida.

Esta obra ha encumbrado a Ferrer Ferrán como uno de los compositores españoles de mayor relevancia internacional. De carácter amable y cercano, siempre intenta crear una música que llegue directamente al oyente y produzca sensaciones inmediatas en su estado anímico, como en breve podrán comprobar. Gracias a esta conexión con el oyente, unida al lenguaje innovador y a la sofisticada factura de sus composiciones, las obras del maestro Ferrer Ferrán han sido estrenadas e interpretadas en auditorios de los cinco continentes, siendo galardonadas en prestigiosos concursos de composición, así como ejecutadas en concursos nacionales e internacionales de gran relevancia.

Volviendo a La passió de Crist, en su primer movimiento el compositor recorre varios momentos entre el nacimiento y el bautismo de Jesús. Muchos de estos momentos que escucharemos en este primer movimiento aparecen representados en una emotiva tradición crevillentina: el Belén municipal que se instala todas las Navidades en la Plaza de la Constitución, donde hoy nos encontramos. Momentos que también, en esas fechas, muchos crevillentinos recuerdan poniendo en sus casas los tradicionales Belenes.

En el segundo movimiento Ferrer Ferrán se ocupa de las tres tentaciones del diablo a Jesús. Antes de abordar las tres tentaciones, el compositor se centra en el ayuno de cuarenta días y cuarenta noches que realizó Jesús. Hoy conocemos ese ayuno como Cuaresma, y este año se conmemora especialmente en Crevillent mediante las I Jornadas Gastronómicas Cuaresmales “Villa de Crevillent”, gracias a las que se han podido degustar, hasta este último viernes, platos típicos de la Cuaresma.

Pasando ya a las tentaciones, y haciendo un ejercicio de imaginación, la segunda de ellas discurre en el alero del Templo de la Ciudad Santa. Templo que, perfectamente podría ser la majestuosa iglesia de Nuestra Señora de Belén, que preside este incomparable marco en el que nos encontramos. La tercera y última acontece en lo alto de un monte. Esa cima perfectamente podría ser El Picacho, La Vella o El Puntal, por nombrar algunas de las emblemáticas cumbres que arropan a nuestro pueblo y que son rutas de senderismo frecuentadas semanalmente por muchos crevillentinos y visitantes.

El tercer y último movimiento es el que entra de lleno en la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, que es precisamente lo que hoy hemos comenzado a conmemorar.

Este movimiento comienza recordando la entrada de Jesús en Jerusalén, episodio que en la Semana Santa crevillentina recreamos con el entrañable “Pas de la burreta”, obra póstuma de otro ilustre valenciano, Mariano Benlliure, que esta mañana ha procesionado con la elegancia habitual por nuestras calles.

Durante este mismo movimiento aparecen otros episodios perfectamente recreados en la imaginería de nuestra Semana Santa, a través de pasos tales como La Santa Cena, La Oración en el Huerto, El Prendimiento, La Flagelación, el Ecce Homo, Jesús Rescatado, Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Santísimo Cristo de la Victoria, para acabar, al igual que la Semana Santa crevillentina, con la Resurrección que celebraremos dentro de una semana, con momentos tan emotivos como la caída del manto negro de la Regina Pacis y la posterior suelta de palomas.

Todo ello va a ser posible gracias a los músicos de la Unión Musical y a nuestro director, el maestro Manuel Mondéjar Criado.

Más allá de su extenso y prestigioso currículum, que ya habrán tenido todos ustedes ocasión de conocer en los conciertos de la Unión Musical, y que hoy mismo han podido escuchar, quisiera destacar en esta presentación su faceta más humana, puesto que sin ella, para nada serviría ese notable currículum.

El primer rasgo a destacar es su humildad. Prueba de ello es su negativa a que en esta presentación se hablara de él. Además, Manuel Mondéjar es un trabajador muy metódico: llega a cada ensayo teniendo claros los objetivos que pretende alcanzar durante el mismo y los consigue, respetando escrupulosamente la duración de cada uno de los ensayos, cosa que los músicos valoramos muchísimo. Su eficiencia se asienta en grandes conocimientos musicales, que le permiten detectar los errores, sus causas y proponer al músico las soluciones oportunas, de forma tal que en cada ensayo el músico aprende. Por último, es de destacar su habilidad en la gestión del numeroso grupo humano que forma la Unión Musical, gracias en gran medida a su sentido del humor y su fina ironía. Es por todo ello que los crevillentinos tenemos la suerte de contar con un gran músico al frente de una agrupación, la Unión Musical, que en nada le desmerece.

Ahora llega el momento de comprobar todo esto. Así que con todos ustedes, interpretando La Passió de Crist, de Ferrer Ferrán, la Unión Musical de Crevillent y su director, el maestro Manuel Mondéjar Criado.

1 comentario:

Yol dijo...

He arreglat el cuadre de text, bueno, ha sigut Unai, que no es quedava molt bé i havia que fer una altra cosa un poc més complicada. Ara quan vulguem posar text llarg ja tinc el codi correcte.